Cada chakra tiene una función especial; la mayoría está ubicada junto a glándulas hormonales, por lo tanto controlan su regulación y equilibrio. Cuatro chakras influyen en las capacidades psíquicas conocidas como clariconocimiento (saber cosas sin entender cómo se recibió la información); clariaudiencia (escuchar la voz de la Divinidad); clarividencia (tener visiones psíquicas), y clarisensibilidad (sentimientos intuitivos).

A la vibración de cada chakra le corresponde un color diferente, dependiendo de la rapidez con que gira el chakra. Los colores fríos (morado, azul y verde) son producidos por las vibraciones de la luz y de los chakras que se mueven más rápido; los colores cálidos (amarillo, naranja y rojo) provienen de la luz y corresponden a los chakras que se mueven más despacio.

La mayoría de los sistemas reconoce siete chakras mayores, y son: chakra raíz, se localiza en la base de la columna vertebral; sacro, ubicado entre el ombligo y la base de la columna vertebral; plexo solar, esta atrás del ombligo; corazón, en le pecho; garganta, en la garganta; tercer ojo, que se encuentra entre los dos ojos físicos; y el de la corona, que está en la parte superior de la cabeza. También están los chakras de los oídos, en la parte de los oídos y la sien.

En la actualidad ya se sabe que son los chakras, significa rueda en sanscrito, antiguo idioma oriental. Los chakras son centros de energía que están al interior del cuerpo y que hacen circular la energía de fuerza y vida, es como una raqueta que le pega a una pelota.